CONSEJOS PARA UNA CORRECTA CONSERVACIÓN DEL ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA EN VERANO
Ya sabemos que no es tu mascota, y puedes dejar tu AOVE solo en casa durante las vacaciones, que a la vuelta te estará esperando en plenas condiciones para seguir usándolo, si bien es cierto que lo ideal no es dejar garrafas y botellas medio vacías durante meses, aunque estén herméticamente cerradas.
El contacto con el aire produce oxidación y altera las propiedades de los aceites de oliva virgen extra de forma que, si los envases quedan medio vacíos, este proceso continuará afectando a nuestro producto. Además, el AOVE es muy sensible a los olores, así que si lo conservamos en un recipiente abierto, los absorberá y esto puede llegar afectar también a su sabor.
Como ya hemos dicho, el contacto del aceite de oliva virgen extra con la luz hace que este pierda sus propiedades por eso, a la hora de decidir en qué envase comprar nuestro aceite de oliva virgen extra, podemos elegir no sólo el plástico –más económico- sino que también disponemos de latas y botellas de vidrio oscuro. Estas dos últimas son las más recomendadas para proteger el aceite de los efectos de la luz y, en el caso de las últimas, son también las más utilizadas en las mesas de los restaurantes, contribuyendo así a su mejor conservación.
¿SE PUEDE CONSUMIR UN AOVE EXPUESTO A LA LUZ Y EL CALOR?
El aceite de oliva virgen extra es un producto natural, sin conservantes añadidos, por lo que como cualquier alimento se irá deteriorando con el paso del tiempo, perdiendo propiedades positivas como los antioxidantes o sus bajos índices de acidez, que poco a poco se irán incrementando. Es lo que se conoce como proceso de “enranciamiento”.
El tiempo que tarde en generase este proceso depende de múltiples factores, como la variedad de la que esté hecho el aceite de oliva virgen extra; el proceso de elaboración; el momento de la recolección de las aceitunas utilizadas en su elaboración y, por supuesto, de todos estos factores combinados con el modo de conservación.
Aún así, si nos fijamos en los envases al comprar el aceite, podemos encontrar jugos de oliva con una fecha de caducidad que se prolonga hasta los dos años. Durante todo este tiempo el producto irá perdiendo sus propiedades pero en ningún caso –salvo circunstancias extremas- su consumo implicará riesgo para la salud.
En cualquier caso, la producción de aceite de oliva virgen extra se realiza cada año en otoño, por lo que siempre será más recomendable consumir un producto elaborado en la temporada, que presente en sus envases información detallada sobre la variedad utilizada para su elaboración y sobre su fecha de consumo preferente, como lo puedes encontrar en todos nuestros productos.
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